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DÍA DE LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA

El pasado día 15 de Agosto, la Iglesia celebra el día de la ASUNCIÓN de NUESTRA SEÑORA, festividad religiosa de primer orden para los Cristianos, festividad nacional y fiesta en nuestra Parroquia porque es su titular.

No es tradición en nuestra Parroquia, tener una celebración especial por tal motivo, más allá de la celebración religiosa obligada, pero este año se ha querido dar una relevancia especial, como cualquier familia celebra el día de la madre o como cualquier comunidad celebra el día de su patrona, y en la celebración eucarística de visperas, se quiso introducir la “renovación de las promesas matrimoniales” y convocar a todas las parejas (10) que este año 2018, celebran su 50 aniversario y a las parejas (21) que celebraban sus 25 años de casados.

No es casualidad elegir esta motivación, con ello se quería reconocer la importancia de la Familia en nuestra Comunidad en especial y en la Sociedad en general.

Importancia que tal vez se haya cuestionado, sino atacado, por una parte de la sociedad, pero que para los creyentes es indudable su importancia como “iglesia domestica” y básica para transmitir los valores que Jesús nos transmitió.

El objetivo es transmitir que desde la Comunidad Parroquial queremos compartir las celebraciones de nuestros hermanos, que queremos vivir sus alegrías y acompañar sus penas, queremos hacer una comunidad viva, activa, participativa, que nos conozcamos, que nos saludemos y aquí si queremos resaltar que fue una Eucaristía alegre y participada, sumándose la mayoría de las parejas asistentes a la renovación de las promesas matrimoniales, convirtiéndose en una celebración familiar con la asistencia de los hijos, nietos, hermanos de las parejas que celebraban su aniversario.

En una época donde se cuestiona el “matrimonio”, pudimos ver que es posible conseguir la convivencia de la pareja “para toda la vida”, si nos apoyamos en Jesús, si lo invitamos permanentemente a nuestro domicilio, si lo hacemos un miembro más de nuestra familia. Solos no podemos.

Al final, pudimos compartir un pequeño “ágape” entre todos los que quisieron quedarse, creándose un ambiente festivo de dialogo y familiar, en el cual se partió una tarta por una pareja de cada grupo de aniversario, prolongándose la celebración hasta casi la media noche.

Todo ello fue posible gracias a la participación de un grupo de “voluntarios”, colaboradores habituales de la Parroquia que siempre están disponibles a ayudar, a preparar, a aportar su tiempo y a lo que estamos invitados todos. La satisfacción de ayudar compensa todo el esfuerzo realizado.

En definitiva, fue una tarde/noche agradable, amena que ayuda al objetivo final: crear Comunidad Cristiana donde se comparta los temas reales de las personas y en la que todos estemos dispuestos a empujar y ayudar en la medida de nuestras posibilidades.

“Con tu participación, todo es posible.”


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