top of page

DESPEDIDA DE D. JOSÉ Mª ROMERO GARCÍA

El pasado domingo 10 de septiembre tubo lugar la despedida de su ministerio pastoral en nuestra parroquia nuestro querido párroco D. José Mª Romero García. La eucaristía de acción de gracias por sus años de trabajo incansable transcurrió en un clima de silencio y emociones contenidas y que congrego a todos los grupos parroquiales y numerosos fieles del pueblo. Después pudimos compartir junto a la familia de D. José Mª, una cena, en la que disfrutamos mucho todos juntos. Desde esta humilde publicación parroquial, le deseamos que el Señor le bendiga en su nuevo ministerio y le de fuerzas y ayude para que siga trabajando con la misma alegría y fuerza con la que lo ha hecho en esta parroquia. A continuación compartimos la entrañable homilía que pudimos escuchar:


DESPEDIDA DE LA PARROQUIA DE VILLARGORDO

A la toma de posesión de esta querida parroquia prometí trabajar codo con codo con vosotros para seguir construyendo una comunidad viva, participada por todos, corresponsable de todas las tareas en las que nos embarcáramos. Lo hacía con mucha ilusión. Hoy me despido de vosotros. Lo hago con ánimo triste y compungido, lo reconozco. Pues no sólo he trabajado con vosotros y por vosotros, sino que me hecho uno de vosotros, soy parte ya de este querido pueblo. Me he esforzado y trabajado por vosotros hasta el límite. Mis afanes habéis sido vosotros, mis alegrías habéis sido vosotros, mi ilusión sois todos vosotros. He tratado de revitalizar los Consejos pastoral y económico, como instrumentos de participación y de decisión sobre todos los asuntos de la parroquia. He pretendido abrir campos de actuación pastoral, en el campo de la liturgia, de la oración, de la formación, de los jóvenes, de las redes sociales, de los enfermos, de los matrimonios… El resultado es muy desigual, como ocurre en todas las facetas de la vida humana. También he pretendido impulsar los campos pastorales que ya estabais trabajando en esta comunidad, abriendo nuevos caminos para afrontar los diversos retos a los que nos enfrentábamos. En especial, no perdáis dos grandes cualidades que tenéis como parroquia: La inquietud por llegar a los niños, a los jóvenes, por enamorarlos de Cristo, por revitalizar nuestra parroquia, por preparar actividades y las Misas,… no perdáis nunca esa inquietud que me ha ayudado un montón en estos años en que os he servido como párroco. La constancia en el trabajo por la parroquia, no os rendís nunca ni tiráis la toalla, probáis de una manera y de otra, os apoyáis mutuamente en este esfuerzo y deseáis que se incorporen más personas en vuestra ilusión. Hemos caminado codo con codo con todos vosotros. No exagero si os digo que me habéis ayudado a vivir mi sacerdocio, sobre todo desde tres claves: La oración personal, pues me habéis unido cada vez más con Cristo, propiciando una experiencia y un enamoramiento que se ha acrecentado en nuestra parroquia. La unión con Cristo, el Sumo Sacerdote, del que yo participo el sacerdocio, pues siempre os he querido trasmitir no mis opiniones sino la persona de Jesús, que ha ocupado el centro de mi vida y de mi corazón. Me habéis ayudado a vivir la cruz, no quiero decir que sois mi cruz, no, sino que todas las dificultades y problemas que se abrían en la parroquia me han unido a Cristo crucificado, pues es allí, en la cruz, donde él es sacerdote, y es en la cruz también donde yo he encontrado la fuente y la fuerza de mi sacerdocio. Por todo esto os quiero un montón, sois parte de mi corazón y de mi familia, siempre me acordaré de vosotros. En este momento, deseo deciros tres palabras: GRACIAS a vosotros, a boca llena, de corazón, porque habéis sido un regalo de Dios y le doy gracias porque después de animar el Seminario Menor me haya concedido el Señor estar entre vosotros. PERDÓN también quiero pediros porque muchas veces no habré estado a la altura de las circunstancias, porque no os haya atendido como debiera, porque no salierais con ilusión y fuerza en el encuentro conmigo. ORACIÓN, si, rezad por mí, os lo pido, para que sea fiel al regalo del sacerdocio que se me ha encomendado, para que pueda seguir entregándome como Jesús a todos los que han sido encomendados a mi cuidado. Rezad también por mi familia, por mis padres, por mi madre en particular… Sois mis amigos, gracias por vuestra acogida, por vuestro cariño… ofrezco esta Eucaristía especialmente por todos vosotros, y por vosotros doy gracias a Dios.







Últimas noticias

© 2015 by CREATIVOS XXL

bottom of page