HOMILÍA DE PENTECOSTÉS (4 junio 2017)
Hoy pedimos de todo corazón: ¡Ven, Espíritu Santo! Te necesitamos: tenemos miedo y cerrazón, no sabemos dar un testimonio de Cristo, estamos divididos, sólo hablamos pero hacemos poco,…
Esta fiesta de Pentecostés puede ser una gracia de Dios para infundirnos el Espíritu:
Resetear nuestra vida, para abrirnos a la novedad desde la comunión, la comunicación, ser para otros y con otros, la apertura a los dones de los demás.
Descubrir el silencio que acoge, interioriza, guarda, comprende y crea, junto a la escucha del otro en su verdad.
Desear, que es apetito, anhelo, ansia, energía vital. Es la estrella que guía nuestra vida, la fuerza que nos mueve a salir de nuestra rutina y a conquistar nuevas metas. Deseemos los frutos del Espíritu: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí.
¡Ven Espíritu Santo! Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.